¡El Niño agoniza! …
por: Marco Espino
Palabras del Editor
El Niño costero 2014-2015 ha provocado la ruptura epistemológica de la ciencia que lo observa, el método de medición con base en el área El Niño 1 + 2 ha demostrado que no es un buen predictor, sin embargo el ENFEN se ha aferrado al viejo paradigma y la realidad le ha dado la espalda, todos los pronósticos de que tendríamos un Niño Godzilla, diluvios y grandes catástrofes han terminado en agua de borrajas.
El IREA en distintos artículos ha propuesto la utilización de una escala de medición que tome en cuenta la surgencia, la zona de afloramiento de la costa peruana, estas constituyen masas de aguas frias que ha impedido hasta hoy que las masas de aguas calientes oceánicas se acerquen a nuestra costa.
El Dr. Marco Espino nos entrega una breve nota sobre El Niño. Es el epílogo de lo que viene sosteniendo desde mayo del 2015 él y el grupo de científicos del IREA que integran El Observatorio de El Niño, que se resumió en la siguiente sentencia: para el Perú no habrá Niño costero en el verano del 2016, pronóstico que se ha cumplido.
¡El Niño agoniza!...
por: Marco EspinoContra todos los pronósticos, la TSM (Temperatura Superficial del Mar) y ATSM (Anomalía de la Temperatura Superficial del Mar) muestran una clara y rápida tendencia a la normalización. Siendo destacable que esta normalización de las condiciones ambientales se produzca cuando estamos transcurriendo el momento más importante del verano.
Asimismo, todo el mar peruano y la zona denominada El Niño 1+2, también muestra condiciones normales, en tanto que las condiciones cálidas están persistiendo aún, en las regiones 4, 3 y 3+4; sin embargo, esta persistencia al parecer será por poco tiempo dado que las anomalías también tienden a ceder rápidamente en dichos espacios.
De continuar esta tendencia, de El Niño solo quedarán recuerdos de la poca asertividad de los sistemas de observación y pronóstico, mundiales y nacionales. Sobre todo de los comités nacionales que, siguiendo a las agencias internacionales, olvidaron al mar peruano. Una mejor atención al mar peruano hubiera permitido orientar mejor los pronósticos y evitar perdidas agrícolas y sus exportaciones; así como orientar mejor las inversiones en la prevención de desastres.
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