Si la realidad te dice que no hay Niño no lo hay, por más teorías y modelos matemáticos con el que hagan los cálculos o prestigio de las personas o instituciones que digan lo contrario, si aun entrado noviembre hay que llevar suéter por si acaso, si no se ven lluvias en el horizonte, y si al entrar al mar el agua está fría, no habrá Niño. Es el caso típico que menciona el gran físico Richard Feynman.

Si la conjetura o el pronóstico de El Niño no concuerda con la observación es incorrecta, no importa la autoridad o el nombre de quien la haya formulado, es incorrecta, "así de sencillo" nos dice Richard Feynman.